- EDAD ANTIGUA
(contabilidad en las
civilizaciones antiguas)
- Mesopotamia
El
famoso código de Hammurabi, promulgado aproximadamente en el año 1700 a de J.C.
contenía, a la vez que leyes penales, normas civiles y de comercio. Regulaba
contratos como los de préstamo, venta, arrendamiento, comisión, depósito y
otras figuras propias del derecho civil y mercantil. La propia organización del
estado, así como en adecuado funcionamiento de los templos, exigían el registro
de sus actividades económicas en cuentas detalladas. Los templos llegaron a ser
verdaderas instituciones bancarias, que realizaban prestamos -el interés estaba
cuidadosamente regulado.
- Egipto
El
instrumento material utilizado habitualmente por los egipcios para realizar la
escritura era el papiro. Las anotaciones de tipo contable, por su carácter
repetitivo, llegaron a conformar un tipo de escritura hierática que ha
resultado muy difícil de descifrar para los estudiosos. De cualquier forma, y
pese al papel decisivo que la contabilidad desempeño en el antiguo Egipto, no
puede decirse que la civilización faraónica haya contribuido a la historia de
la contabilidad con innovaciones o procedimientos que no hubieran sido ya
utilizados por los poderosos comerciantes caldeos.
- Grecia
Los
templos helénicos, como había sucedido muchos siglos antes con los de
Mesopotamia y Egipto, fueron los primeros lugares de la Grecia clásica en los
que resulto preciso desarrollar una técnica contable. Cada templo importante en
efecto, poseía un tesoro alimentado con los óbolos de los fieles o de los
estados, donaciones que era preciso anotar escrupulosamente. Los tesoros de los
templos no solían estar inmovilizados y se empleaban con frecuencia en
operaciones de préstamos al estado o a particulares. Puede afirmarse así que
los primeros bancos Griegos fueron algunos templos. Quizás el lugar donde los
arqueólogos han encontrado más abundante y minuciosa documentación contable lo
constituye el santuario de Delfos donde se han recuperados cientos de placas de
mármol que detallan las ofrendas de los fieles, así como las cuentas de
reconstrucción del templo en el siglo IV antes de J.C.
- Roma
El
genio organizador de Roma, presente en todos los aspectos de la vida pública,
se manifestó también en la minuciosidad con la que particulares, altos cargos
del estado, banqueros y comerciantes llevaban sus cuentas. Ya en el siglo I
antes de Cristo se menospreciaba a una persona que fuera incapaz de controlar
contablemente su patrimonio. El libro más empleado era el de ingresos y gastos
(codees acepta et expensa). Los grandes negociantes llegaron a perfeccionar sus
libros de contabilidad de tal manera que algunos historiadores han creído ver
en ellos un primer desarrollo del principio de la partida doble. Aunque hay
algunas citas de grandes autores, como Cicerón que parecen sustentar tal hecho,
son demasiado confusas com
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